La ruta nos espera.
Mi norte fecundo,
mis ojos sin sospechas,
mis transparencias encarnecidas.
Y un camino sin tiempo,
suspendido en ese aliento,
escribo algunas líneas
por si no vuelvo.
Ya no te llevo,
ya mi equipaje es pequeño,
no siento la carga,
no te siento, no te siento...
Mi norte,
que borras con tu lluvia los dolores,
mi norte,
que llenas la risa, los gustos, los olores.
La ruta nos espera...