El Lugar. El Lagar.

Frente al lago se sentó

miró lejos, tan lejos como las nubes permitían.

Respiró azul, verde, blanco.

Blanco como el tiempo relativo de los bostezos,

de los abrazos, de las cosas que se detienen

suspendidas en el recuerdo. 

Azul como el lago y el cielo, lo que puede ver pero no tocar.

Verde como el camino.

Y pensó en el camino,

en las vidas pasadas de su misma vida

y de las vidas entrelazadas por los sueños,

los pasos, los pisos, los suelos;

dónde está? 

dónde está el camino a casa?

Irónico pensar en el camino a un lugar que no conoce.

Afinó la mirada por sobre las nubes 

y descubrió la montaña nevada, 

se elevaba imponente, la madre naturaleza,

la tierra, la piedra, el árbol, el agua, la nieve,

los únicos caminos concretos.

Dónde llegará?

A todos lados, es llegar siempre a ningún lugar,

el camino es el hogar,

y el camino es el camino,

andar, construir, amar, solear.

La Belleza

Me pregunto que pasa con las personas, las almas que desbordan sensibilidad.
Cuando la situación no se justifica por esa cualidad.

La búsqueda de la belleza no es voluntaria para algunos, simplemente es un camino, cual destino marcado.

Y allí vamos, anímales únicos, reprimiendo el instinto, atentando intelectualmente a los amaneceres, las sonrisas y las pieles. Los rayos de sol, la mañana, el remanente. Remontando mentalmente lo que pertenece al alma, a lo trascendente.

Escuche una vez decir que lo que ates en la tierra será atado en el cielo. Experiencias materiales marcando el plano espiritual.

Soy eso: SER

Domar mi mente. Domar mi intelecto. Para dejar pasar la verdadera Belleza, esa que no se puede pensar, sólo sucede, sólo ES.

La hora de mi muerte

¿Será ésta la hora que diré adiós?
Pues, no diré adiós. Me iré
sigilosa, como sobreviene
la muerte.

¿Será este el día de mi muerte?
Me siento tan viva, que
puedo sentir la tristeza a flor de piel
la alegría.

Y me han dicho que nadie muere
sin haber vivido,
habré sido
¿suficiente?

Aquí yacen los restos de Verónica
nada importante,
vida intrascendente
pero suya.

Gustaba de un rincón en la mañana
entre los primeros rayos del sol
donde pensaba y a veces lloraba,
se ha ido.

¿Quién?
Verónica se fue,
como se van los pájaros
que emigran al norte por puro instinto.

No dejó nada escrito,
y se llevó lo vivido.
Verónica nos ha dejado
un enorme vacío.

Confesion

Soy tan mentirosa como un escupitajo de mina,
tan horriblemente cruel que puedo mirarte a los ojos
y mentir sin que me tiemblen los labios.

Soy tan mentirosamente sincera
que te arrastro aún siendo consciente del daño
a la misma miseria encarnizada.

Y no tengo argumentos en mi defensa,
sólo diré que he sido mala decididora,
que el destino es una montaña de bosta.

Porque dos que se mienten
se aman y se odian en la misma esquina.
A la vuelta de la verdad,
se haya el auto-convencimiento.