Cuales son tus preferencias?

Nombres que no entendemos a montones,

risas que no sabemos a camionadas.

Caracoles, que poca esperanza!

Rayos! Que sutil estrella.


La calle se asola, se limpia, se enrosca,

un rayo de sol, la primavera.


Que pavimento absurdo,

prefiero la tierra.

Que sonidos melancólicos y burdos,

prefiero el silencio.


Prefiero el pelo largo,

y las mugrientas trenzas.

Prefiero la panza libre,

las manos ocupadas,

la milanesa!

la guitarra!

Prefiero el viento en la cara,

los tambores,

las hojas de papel,

las biromes.

Prefiero el AMOR en sus raras formas

y no chantada,

y no clones.

Prefiero que seamos genuinos

con mil y un defectos,

y no falsos

y perfectos.



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Paz.

Las rutas que nunca se congregan.

El azul insaciable.

La simpleza de tu compañía.

El calor intrínseco de tu mirada en los ojos fríos.


Se proyectan rayos de sol.

La naturaleza insondable.

Un silencio sublime, primero,

armónico, agradable.



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Preparación

Crece tan insolitamente.
Me hago fuerte,
directa pero pasiva;
pasiva pero abrasiva.

Muerde el ansuelo,
que se te traspase la lengua de palabras grises;

prepárate,
pasa por el fuego,
que te fundan las mañana de sol a pleno,
que se te ensanchen las ojeras encaramadas en los vientos,
que te arda el ojo,
que te sangre el puño,
que te salgan cayos en los dedos,
que te lluevan los incendios,
que se te entierren los deseos,
que te caigas de la cumbre

y alli

desde el fondo

resurjas como nuevo.

Estoy Marcada

Creer que el vivir es fastidio

y que el morir es ganancia...


Que ese amor es como un sello

que ni el mar embravecido,

ni las lluvias acidas,

ni las lagrimas palidas,

ni el dolor impetuoso,

pueden borrar. . . 

Ese que vive, como tú, de la poesía.

Ese que llama, aunque no espera ser atendido.

Ese que te espera, paciente, con una caricia.

Ese que te respeta, que te da tu espacio y que te aprecia.

Ese que te da sueños por mayor y no te quita tiempo, sino que te hace invertirlo.

Ese que transforma lo salado de una lagrima en lo dulce de una sonrisa.

Ese que cuando vienes corriendo a su encuentro y te tropiezas, corre él para ayudar a levantarte y reponerte.

Ese que no le da importancia a cuan lejos estés, o cuantos km los separen.

Ese que te dejó cartas de amor que muchas veces no quisiste leer.

Ese que rodea tu vida como una brisa suave y te da respiro.



Ese de manos suaves,

de palabras sedosas,

de paz insondable,

de amor sin fronteras,

ese es el DIOS en el que creo.

Puente roto

Como un ruido blanco,

como la sangre de un alivio,

como el sediento, estrecho, nombramiento de tu boca,

como el asir de un paraguas en verano.

Absurdo,          pálido,              insatisfecho,

el deseo.

Desprovisto de dolores,

                                      manoseado, ajeno, hasta inocente,

                                                                         corriéndose paso por la tangente,

que estalla y se re-arma, 

que se cae y se levanta,

el pretexto.

Cuando ya no encestábamos

                                                 ni deseo ni pretexto;

                                            cuando ya habíamos agotado

las letras del alfabeto;

cuando ya ahora es cuando;

desintegramos-nos.

No quiero

Yo no quiero amores de temporada,

prefiero las temporadas de amor.

Yo no quiero que veas como me alejo,

quiero alejarme viendote yo.

Yo no quiero cafés de desconcierto,

quiero desconcertarme con cada café.

Yo no quiero abrazos descontentos,

quiero contentarme en cada abrazo.

Yo no quiero pedirte que te juegues,

quiero que te juegues sin pedirte nada.

Yo no quiero obligarte a que te quedes,

prefiero que te quedes sin obligación.

Que me elijas,

                                     que me pienses,

que desees esta relación;

esta compañía,

que elijas la simpleza

que dejes la cobardía.

Así te elijo yo.