Me susurro en la yema de los dedos que el tiempo nos está alcanzando.
Probablemente esté dejando que también,
en la sutileza del tiempo y los avatares de las distancias,
me alcance tu poesía, inalcanzable de algún modo.
Me complace esta soledad ineludible
hasta que llegues a penetrarme en tus propios poros
en un abrazo eterno, infinito,
recóndito, imposible.
Si. Existe una gran posibilidad que me enamore
en la primera vez que me llenes de tu aliento la boca,
o de aire los ojos,
alma dicen algunos.
Si. Me complace. Me susurro.
Que el tiempo está pronto,
que se acercan rimas entrelazadas al rocío de la mañana,
para formar nuestros veinte poemas y nuestra canción desesperada.
-------------------------------------------------------------------------------------