29 dic 2012

Se trata de tratarse bien

No. Nunca me gustaron los balances, porque la vida sigue, cambia el año, pero a veces no es tan significativo porque nuestra propia y personal etapa no cambia... pero existe en el colectivo esa intención de hacer un balance para comparar año a año la evolución personal, y de repente en Diciembre todo el mundo se pone como loco y quieren hacer lo que no han podido o no han sabido hacer durante el año, y también están las obligaciones que hay que cumplir para cerrar el ciclo, eso es bien comprensible. 

En lo personal este año, que casi se va, estuvo lleno de cosas, y personas! 
Si de poner sobre la mesa las situaciones cual cartas se trata, voy a decir que me he abierto, mi mente se ha expandido bastante mas que años anteriores, fruto de nuevos conocimientos y nuevas sensaciones que he experimentado, y que llegando al 30 del ultimo mes del año sigo renovando sensaciones  energía, sentimientos. Pero lo mas sorprendente en este haber decidido caminar con una perspectiva bastante mas amplia de las cosas es encontrar personas increíbles  que me han hecho reír el corazón, ensanchar el alma, y otras que lo han hecho compungir también, pero no por eso no fue positivo; producto de varias cositas tristes es que he crecido, en parte, en el trato con las personas, y saber TRATAR es la cuestión. 

Hace unos días estoy en el norte de Argentina, Tucumán, una provincia muy querida, que alberga gente tan cálida como su clima. Bailando en una milonga (cuando no el tango.. eh?) conocí un ser, que a las pocas horas supe, como esas cosas que se saben casi sin saber, que es muy especial, lleno de luz (incluso con todas las sombras y penumbras que puede tener cualquiera). Bailamos unos tangos, plantamos un árbol a las 3 a.m., comimos arroz con queso, y entre un chiste y otro, lo interesante fue que me hizo pensar en esto del trato y  la apertura hacia alguien, y es este ser a quien debería agradecerle porque a veces hacer un balance en algunos aspectos, poner a conciencia ciertas cosas que nos pasan, nos hacen crecer, evolucionar, quizás hasta cambiar.

Qué bien nos sentimos cuando nos tratan bien, desde una mirada comprensiva, cómplice, amorosa, hasta un pequeño acto de afecto, cariño, amor. 
Y que poquito nos llena el corazón cuando andamos en la sencillez, en la humildad y con la sonrisa ancha.


Es misterioso el amor, pero bellísimo, en cualquiera de sus formas.

Si, hoy, volviendo de muchas anécdotas que se me vinieron a la cabeza sobre este año, fue agradable hacer un balance. Esto es solo una puntita de las cosas tan gratificantes que me ha devuelto el arte en todas sus formas, y Dios, la vida, este año. El resto me lo guardo, como una pequeña que guarda chocolate para más tarde (lo sigo haciendo!), porque todavía quedan un par de días, y me voy a sorprender! y que más bello....

¿Vamos a sorprendernos juntos? 
Si el arte es indefinible, para que defender lo indefendible?