Como un ruido blanco,
como la sangre de un alivio,
como el sediento, estrecho, nombramiento de tu boca,
como el asir de un paraguas en verano.
Absurdo, pálido, insatisfecho,
como la sangre de un alivio,
como el sediento, estrecho, nombramiento de tu boca,
como el asir de un paraguas en verano.
Absurdo, pálido, insatisfecho,
el deseo.
Desprovisto de dolores,
manoseado, ajeno, hasta inocente,
corriéndose paso por la tangente,
que estalla y se re-arma,
que se cae y se levanta,
el pretexto.
Cuando ya no encestábamos
ni deseo ni pretexto;
cuando ya habíamos agotado
las letras del alfabeto;
cuando ya ahora es cuando;
desintegramos-nos.
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