25 mar 2013

Me dormí cansada
en tu hombro desnudo
que se ofrecía como almohada
de este corazón acongojado.

Y al volver la mañana
con el sol y la lluvia,
un arco iris tu risa
me lamió las heridas.

Y me olvidé por un rato
del sentido y las angustias,
para reír a tu lado
las tristezas pasadas.

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Si el arte es indefinible, para que defender lo indefendible?