Hay caminos que no son.

Hay trenes que recorren esas líneas imaginarias y carreteras desiertas que no conducen a otro lado sino a nosotros mismos, y la melancolía inherente a la vida... inherente a lo que se suponía. "Hay mil soles al reverso de las nubes..." dijo en su libro Dominique Lapierre. A veces es justo que tomes caminos equivocados para entender cuales son los correctos, y no, la suerte definitivamente no es una opción. Dicen que los grandes exitosos, antes de encontrar el camino al éxito, encontraron mil caminos de como no llegar al éxito... A veces es justo llorar lágrimas que no nos pertenecen y que se solidifican cuando crecemos, cuando olvidamos el sencillo lenguaje de una lagrima, una gota en el universo, un portal del tiempo y del espacio, una puerta de las tantas que posee la memoria... Y es justo reír tambien hasta que nos duela la pansa porque en la risa está la expresión mas sublime del deseo y la felicidad. ¿Es justo que el arte sea comunicación? quien ha emitido los juicios que hoy nos dicen lo que es y no justo, quién nos ha dado esta cultura de masas que a todo nos hace llamar "comunicación", "expresión" y encontrarle ese sentido utilitario y practico de las cosas, sumergiendonos en la mediocridad de nuestros actos. Hace poco en una entrevista, J. Saramago dijo, "...La literatura no sirve para nada". Les dejo para que piensen a cerca de esto y aquello, y esta hermosisima imagen de una carretera argentina, porque el divagar por caminos inexplorados de nuestra mente y nuestra memoria nos hace entender y recordar cosas que a veces desaparecen por momentos...