8 nov 2009

La mecha

La mecha se menea en medio de la pista, solitaria como si la vida no existiera a su alrededor, mas que en su mágico pelo que desparrama las pelusas de la primavera en el aire enrarecido. La mecha anda solitaria y no busca amor ni placer. Resuelve sus manos entrelazadas debajo de las piernas en movimiento, como bailando la tarantela.
Y se sonríe.
Y se ríe.
Cierra los ojos y se devuelve al mundo llena de voz, llena de música en los ojos.
Se reinventa.
La mecha se levanta. Que no! que lo del fénix ya esta muy trillado che...
Se reinventa como el barro seco cuando le añaden agua.
Y vuelve y me besa con la inocencia de los niños, con la suave piel hediéndole a pan y vainilla. Me roza la cara con el pelo cuando gira para volver a la pista.
Allá le esperan el Cacho, el Pedro y claro, el Juan.

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Si el arte es indefinible, para que defender lo indefendible?